martes, 20 de febrero de 2007

D y Yo (Conocer a D)

Tomar la descisiòn de regresar fue sencilla, llegamos a la Cd. de México después de una mega jornada 24 hrs de estar sentados en autobús; salimos de Dallas, Tx a las 7 de la noche del sábado 31 de agosto, llegamos a Laredo Texas a las 2 am del domingo 1 de septiembre y de ahí transbordamos hacia Monterrey donde llegamos a las 9 am del mismo domingo, de Monterrey salimos a las 12 de la tarde, llegando a México el domingo 1 de septiembre de 2002 a las 9 pm y de ahí directamente a casa de los papás de mi ex, ya que fueron ellos quienes fueron a recibirnos a la Central de Autobuses del Norte.

No me presente a trabajar el día 2 de septiembre, sino hasta el día 3 y vi nuevamente a casi todos mis amigos y compañeros (bueno los que estaban ya que pocos ya no estaban trabajando ahí), los cuales ya sabían que estaba en el gabacho, mi nueva jefa no dijo absolutamente nada a nadie sobre mi regreso por lo que para muchos fue una sorpresa volver a verme, mi jefa me estaba esperando y platicamos por un lapso de 1:30 minutos, una vez terminada mando llamar a la Gerente de Recursos Inhumanos que me fue presentando con todos los integrantes del equipo.

Conocía a casi todos menos a los nuevos, que si eran varios pues la compañía creció, cuando me fui éramos cerca de 40, cuando regrese eran 60.

En la primera semana ni me percate de D, pero ella si me vio a mi según me cuenta, en el primer día pregunto que quien era yo a su entonces jefa (como son las cosas ahora D es jefa de esa persona).

Mi primer contacto con D fue en la tercera semana de estar trabajando y fue en el comedor ya que coincidimos, pero fue fugaz creo que solo intercambiamos opiniones de un tema que se toco.

En la cuarta semana nuevamente coincidimos en el comedor, en esta ocasión solo estuvimos nosotros, al terminar de comer inicio a lavar los sus platos, platicamos bastante tiempo, pero debía ir al banco y tuve que dejarla, recuerdo que tuve que pedirle disculpa por dejarla solita en el comedor. Este sin duda el pequeño inicio de un gran amor.

lunes, 5 de febrero de 2007

Valle de Bravo

Mientras escucho una notable, magnifica y relajadora sesión de piano, y al otro lado de mi casa escucho el suave respirar de mi madre que duerme, trato de pensar que escribiré en esta ocasión, ya que no será hoy el día en que continué con mi relato acerca de D y Yo, eso lo haré hasta mañana.

Hay dos cosas que en este momento ocupan mi mente: 1ª después de tres años salí de nuestra contaminada, ruidosa y conflictiva ciudad de México y fui a Valle de Bravo por dos cortos pero satisfactorios días, así es: sabadaba y dominguin; la 2ª es que desde hace semana y media estoy formando parte de la población desempleada de México. Mi historia con D inicia precisamente porque estoy desempleado y emigro por voluntad propia a gringolandia. Pero en esta ocasión no pienso tomar esa decisión.

Pensándolo bien mejor hablaré de mi primera vez, mi primera visita en Valle de Bravo, pintoresco pueblo invadido (no se desde cuando) por una oleada de personas de todos los estratos sociales que van a disfrutar de sus encantos.

Contrario a lo que pensé, Valle de Bravo es muy accesible a la economía familiar, es por tal motivo que me anime a ir, además de que D estaría conmigo esos dos días, por fin dos días dedicados solo a nosotros dos, oh my God, que delicia de fin de semana.

Además de los barato que es visitar este lugar, me quede gratamente impresionando de la total paz y seguridad que se vive, por primera vez después de mucho mucho mucho tiempo podía caminar, ya fuera de día o de noche, con mi cámara fotográfica y fotografiar cualquier persona, paisaje, cosa o atractivo que pasara frente a mi sin el más mínimo temor de que me fueran a robar mi apreciado instrumento de grabar instantes.

Como escribí hace un momento, Valle de Bravo se ve inundado de todo tipo de personas, desde el indígena nativo del lugar que va al centro o al puerto a vender sus artesanías, pasando por el visitante modesto de clase media hasta parte del más selecto grupo de niños nice de nuestro país. Por la mañana, tarde y noche la clase baja y media de nuestra sociedad se da cita en la típica plaza central del poblado así como en sus dos notables iglesias, por las noches un enooorme grupo de adolescentes de clase alta se dan cita en los bares y antros de moda, haciendo gala de sus cariiiiisimos autos BMW, Mercedes, Jaguar, Land Rover y Audis; así como de sus vestimentas de diseñador, todos ellos (sin excepción) rubios y ojos de color.

Pues bien estando con D a mi lado y cámara fotográfica al hombro echamos a caminar y a capturar todo lo que me fuera posible y permisible, claro esta tomando las tradicionales fotos del recuerdo para el álbum familiar.

A nivel fotográfico intente retratar la vida de Valle de Bravo pero tanta gente no lugareña y el enorme parque vehicular no me lo permitió al 100% ya que mis fotos no estaban encaminadas a este tipo de personas o cosas, así que en la medida de lo posible trate de ser selectivo en mis tomas y encuadres y espero haberlo logrado y si no quedo satisfecho estoy seguro que pronto regresaré y espero hacerlo nuevamente con D y si no es con ella será con mis dos princesas hermosas y mi Madre.


Me emociona pensar que este puede ser un buen año para mi en la fotografía y lo aprovecharé al máximo.

La música sigue, mi madre duerme y yo me dispongo a disfrutar de los resultados de mis tomas.