domingo, 28 de enero de 2007

D y Yo (1er dìa, Mo y E)

El primer día de trabajo

Fue hasta la 3ª semana de haber llegado cuando por fin encontré trabajo y no fue gracias a ninguno de los integrantes de la casa, sino a un familiar de ellos que me dijo que fuera a un taller de herrería, propiedad de un americano. Ese primer día de trabajo jamás lo podré olvidar, fui contratado de forma inmediata, recuerdo que llevaba un pantalón de mezclilla, tenis y una camisa (casualmente de los Dallas Cowboys) el gringo me contrato y me pregunto si hablaba ingles, jejeje.

Me presento al supervisor del taller, que al verme me pregunto que sabía hacer, la respuesta fue “nada pero si me enseña lo aprendo rápido”, ja-ja-ja-ja, pensar que me enseñaría, me pidió que le enseñara mis manos y al verlas me vio con una expresión pobre tipo. Ese día de 9:00 am a 6 pm (con dos periodos de descanso el primero de 15 minutos y el segundo de 30) trabaje lavando y secando tubos de fierro, suena fácil pero había que lavarlos con thiner y lija, usar guantes era una opciòn pero no la mejor asi que hacer el trabajo sin ellos era lo mejor, secarlos sencillo, pero la cantidad era impresionante, ese día llegue, cene y me dormí. Como a la 1 ó 2 de la mañana un fuerte dolor de piernas me despertó, un dolor insoportable, fui a buscar a uno de mis familiares y me dio un par de pastillas para el dolor, regrese a mi cama, el dolor fui disminuyendo y el cansancio hizo el resto.

A la mañana siguiente estaba ya listo para ir a trabajar, milagrosamente las pastillas me quitaron el dolor y esta repuesto, al llegar al taller pensé que haría otra labor distinta, pero que equivocado estaba, el supervisor me mando directamente a lavar tubos de fierro. Así pase las primeras dos semanas de trabajo, en las cuales pensaba en mi trabajo en México y me decia una y otra vez: “Porque no le hice caso a la pinche vieja de mi jefa” “Si no hubiera sido rebelde” “Aguantarla es mejor que lavar tubos” pero mi orgullo me hizo borrar esos pensamientos de mi mente y hacerme un “auto cocowash” y aguantar porque en un futuro estaría mucho mejor.

Mo y E

Durante la quinta semana fui a hacer mi trámite de licencia de manejo, ese mismo día hice el examen escrito, uno de mis familiares me presto el famoso libro (en español) de lo que uno debe de saber de las reglas de transito en USA, el examen fue sencillo (creo yo pues aprobe). El examen práctico lo hice una semana después.

En la cuarta semana de estar trabajando se acerco a mi un tipo más o menos de mi estatura y medio gordito, Mo le decían todos, era el supervisor de instalación y me dijo, deja eso y vente conmigo, no me hice del rogar y de inmediato me puse en marcha. Estuve toda la tarde con él en su camioneta yendo de un lado a otro y conociendo a varios instaladores y sus ayudantes.

Fue Mo el que me saco de lavar tubos y me puso como ayudante de un instalador, todos los instaladores son mexicanos y sus ayudantes también. Pero a mi me puso de ayudante del único americano (bueno en realidad había también dos negros pero ellos son afros) no entendía porque si yo aun no entraba a la escuela y mi ingles no llegaba ni a básico, bueno el caso es que estuve con esta persona 2 semana y como pudimos nos comunicamos.

A la semana siguiente hice el examen y me dieron un comprobante la licencia me llego por correo tal como lo dijeron. Esa misma semana Mo me pregunto si tenía licencia mi respuesta fue afirmativa, de inmediato puso a un tipo para que me enseñara a manejar una de las camionetas de instalación, están son de doble clouch, para meter o sacar una velocidad se debía meter el clocuch, pero no entrare en esos detalles.


Ese día conocí a mi E que fue mi “patron”, compañero y amigo en Dallas.

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